¿Crisis...? ¿Qué crisis...?

Cuando hablábamos la semana pasada de la palabra "crisis" -a cuenta de la crisis del Antiguo Régimen- y veíamos que es ese punto en el que un proceso llega a cambiar de tendencia, el "punto crítico" de una curva, planteamos que cada un@ explicara qué es la "crisis" para él/ella. Al final, hubo respuestas para todo:
Carlos, que no me tiene fe, dice "Por mucho que Jorge nos diga que aún no estamos en crisis, yo pienso que sí. Sólo espero que cuando acabe mis estudios pueda trabajar, para poder pagar la casa donde viva pero a este paso, ni una casa podré comprar...". A todos os asusta qué pueda suceder con vuestro futuro; no me extraña. María cree que "como siga subiendo el precio del alquiler, no habrá quien pueda alquilar". Dani comenta que "tarde o temprano me afectará, empiezo a notarlo cuando mi madre me manda a por fruta al supermercado y se ve cómo suben los precios. Tengo una prima que está intentando independizarse y, debifo al precio de la vivienda, no puede. Esto nos pasará a todos." . Víctor apunta que "la crisis afecta a muchas personas, por ejemplo, para la comida, hay gente que anda buscándola en la basura, y si9 esto sigue así me va a afectar mucho en mi futuro pues no habrá mucho trabajo. Agus percibe que "la economía puede bajar tanto que mi futuro no lo puedo tener claro, y eso me preocupa. La vivienda puede subir tanto que mi sueldo no se puede hacer cargo de pagarla". A Arturo le inquieta "la crisis en el mundo porque gente de mi familia se ha quedado sin trabajo y no sé si a mis padres les puede tocar lo mismo". Para Alberto "en un futuro no muy lejano, el problema de la vivienda crecerá, y quizá baje pero luego vuelve a subir ya que se necesitan viviendas"
Parece que a todos y todas os inquieta la situación actual: estamos en un momento de incertidumbre y no sabemos cuánto puede llegar a durar ni dónde tiene puesto el final. Lo que es seguro, es que para afrontar una crisis hay que tirar de fortaleza y de trabajo en equipo, que de eso sabemos mucho en esta clase.
Ahora que estamos estudiando el tiempo de las grandes revoluciones del siglo XVIII -la americana, la francesa- aprendemos lo importante que es la división de poderes a la hora de afrontar los tiempos de crisis. Las tentaciones autoritarias que a veces nos amenazan no hacen sino aprovechar las crisis -cuando no provocarlas, azuzarlas, encenderlas, detonarlas...- para conseguir sus fines, que no son precisamente el bien común. A lo mejor esta democracia que a veces tan poco nos gusta no es tan mala ni tan inútil como pensamos, a lo mejor es la única vacuna que garantiza esta división de poderes... Bueno: ya me callo...
El próximo día hablaremos de la libertad, que ya nos lo ha encargado Chusgo.